
En el barrio judío Outremont de Montreal hay un parque y en el centro del parque, una pileta de agua. No es profunda y tampoco echa chorros de agua. Es un estancamiento plano y sin mayor chiste; sin embargo, me gustan mucho dos aspectos:
a) Como es muy amplia, permite el ancho espejeo de los árboles.
b) Es un lago inmenso para pequeños objetos (piedras y hojas caídas principalmente).
Llegué ahí después de comer. Me senté en una banca con la intención de leer al azar algunas respuestas a entrevistas que le hicieron a Julien...
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