Plagiarse a sí mismo
Plagiar a los otros es más fácil que plagiarse a uno mismo. Plagiar a los otros con su permiso es ultra shandy, tal y como lo hace mi amiga Dora T. Malú. Plagiarse a uno mismo con su permiso es más bien extraño. Hace tiempo que quiero retomar disciplinadamente la escritura de mi diario íntimo, pero no lo logro o sí, pero con entradas irregulares y nada constantes. Bueno, el asunto es que hace un par de días lo abrí para escribir, me encontré una entrada de hace mes y medio y quise 'editarla', pero llegué a la siguiente conclusión:
En el diario íntimo la única posibilidad de edición es brutal: arrancar las hojas.
Ayer que quise escribir algo nuevo, me encontré con una entrada de septiembre que ahora ya no quiero guardar, el problema es que en la cara de atrás, había una entrada de junio que no quería eliminar.
Detrás de la entrada correspondiente al 23 de junio, había una de septiembre, que preferí 'editar', el problema fue que quería conservar el recuerdo de haber estado en el IAGO en Oaxaca.
Entonces, no tuve otro remedio que plagiar mi propia entrada del 23 de junio de 2010 porque la hoja que tuve que arrancar, tenía por detrás tal entrada.
Así se ve un diario editado.
➼ Regalito: Ulysse de Ridan (animado, divertido, vagabundo, shandy):