une gourmandise
Hace poco más de una semana, mi amiga Liliana Pedroza me trajo de un viaje a Francia Une gourmandise, la novela de Muriel Barbery porque me la quería regalar desde hace tiempo. Comencé su lectura y sospecho que la proliferación de referencias a comida y platillos deliciosos influenciaron un acontecimiento bastante singular que me ocurrió el día de hoy.
Fui al mercado sobre ruedas que se pone en el parque de mi colonia los jueves. Iba a comprar algunas verduras con un joven que frecuento por la calidad de sus vegetales y en cuanto llegué, me contó su historia. Me dijo que no llevaba su camión, así que tenía que deshacerse de toda su mercancía. Me dio precios ridículamente baratos por todo. Le preguntaba "¿las alcachofas a cómo?" y me decía: "Si se lleva todas, 50 pesos" (20 alcachofas grandes por menos de 4 dólares o 3,5 euros)...lo mismo con las berenjenas, los pimientos, las lechugas francesas hidropónicas. Compré tantas cosas que tuve que hacer dos viajes del mercado a casa. Me pregunto si toda esta abundancia de comida no está en el fondo ligada a mi lectura de Une gourmandise:
Éste es el contenido de dos de las cuatro bolsas que compré.