Los tejidos de Batavia
Mis habilidades en el tejido no han mejorado en realidad. Sólo sé hacer la puntada "derecho" y cuando me logro concentrar "revés". El año pasado recuerdo no haber ido a clases un lunes porque fui a un club de tejido que daban en un supermercado si uno compraba estambre de una marca canadiense. Todavía tengo las dos madejas, preciosa lana azul. Es un recuerdo muy extraño, pero que conservo muy vívido. Sólo había señoras,casi todas abuelitas. Yo era como su conejillo de indias pues no sabía ni sostener las agujas. Me equivocaba todo el tiempo. Creo que me quedé cinco horas para poder tejer una tira de diez centímetros de largo y cuatro de ancho...
En fin, lo curioso es que esta tarde, saqué una madeja fucsia (me gusta la idea de pensar en alguien tejiendo mientras llueve) y pensé que después de trabajar un poco, sería buena idea dar unas puntadas. Coloqué el estambre junto a Batavia:
Continué con mis actividades y no me di tiempo para empezar un tejido. La tarde siguió enfriando y la lluvia se resbaló intermitentemente por la ventana. De pronto voltée y vi que Batavia no había perdido el tiempo y se había fabricado una pequeña mantita, e inclusive trataba de aprender a leer con un bloc de papel de Armenia:
Pensé que había sido imprudente y la regañé pues las agujas no eran de su tamaño. Continué con mi lectura, preparé un té, escribí un par de cosas y el tamaño de la cobija había crecido:
Teje rápido, eso es irrefutable y al parecer las muñecas de su especie se cultivan intelectualmente leyendo papel de Armenia, el que está perfumado de manera diferente, según me cuentan, logra expresar ideas más refinadas y sutiles. Creo que Batavia además de tejer, lee poesía.