la dificultad para escribir en libretas bellas

moleskine formato diario, cuaderno artesanal hindú, cuaderno edición limitada Reina Sofía

Conozco a varios que sufren de este mal: se resisten a escribir en libretas bellas, desde las comunes moleskine pasando por unas más exclusivas de tiraje limitado o por los hermosísimos cuadernos hindús hechos de papel artesanal con cubiertas bordadas hasta llegar al sumum de los cuadernos bellos: los Emilio Braga.

*actualización 29/12/13 foto:

Derecha, parte superior: cuadernos Emilio Braga con lomo rojo y azul marino (p.e., Pessoa escribia en ellos).

Padezco esa enfermedad y llevo años tratando de curarme. Pese a muchos esfuerzos y a lograr escribir de tanto en tanto, no dejo de tener la sensación de que debo escribir cosas que estén a la altura de ese papel, que las digresiones banales no tienen cabida, que las tachaduras son imperdonables, que ese papel es tan perfecto que sería un crimen escribir lo que sea en él.

Irónicamente ahora he acumulado una colección de libretas bellas. La semana pasada me forcé a escribir algo sobre una, la 423 de un tiraje de 500, que me fue obsequiada en 2007. La cargué conmigo a todas partes por si en algún momento me era necesaria. En siete días, lo único que logré escribir fue:

"En invierno, lo que más me sucede es el hipo".

Lo escribí con un tímido grafito apenas perceptible y una caligrafía ondulante, con olas de lápiz en esa enorme laguna de suave y grueso papel rosa pálido. Lo que me causa gracia de esta enfermedad es la contradicción que implica, pues por lo general termino escribiendo detrás de libretas de apuntes académicos, en los márgenes de los libros, en hojas recicladas o donde sea que no sienta la "presión" del velin de 250 gramos o del papel algodón. Espero escribir por lo menos otra frase esta semana (o algún día).